Los “Rayos” del Necaxa están en este momento en zona de calificación, con un trabajo serio y muy bien realizado por su director técnico Guillermo Vázquez, que ha logrado estar ya entre los entrenadores de primera línea de nuestro futbol, incluso salvando la piel en un Veracruz del cual ya sabemos su historia.
Este Necaxa, que recién cumplió años, es un equipo de gran historia. Desde tiempos muy antiguos logró escribir páginas muy interesantes, por ejemplo con los 11 hermanos, ganando todo lo que se podía en aquellas épocas.
Luego tuvo equipos competitivos con grandes figuras hasta llegar a los años 90 cuando fueron el equipo de la década. Pero también tiene momentos muy obscuros: desaparecieron los entonces Electricistas para dejar lugar al Atlético Español.
El descender no escapa de su récord, así pues su historia está llena de anécdotas, alegrías y tristezas, de lo más alto a lo más bajo.
Hoy en especial me llama la atención sus últimos goleadores, un gran acierto sin duda, que no han podido hacer huesos viejos en sus filas, llegando sin mucho nombre y dejando muchos dólares, pero muchos dólares en sus arcas.
Quizás hasta una maldición de jugadores que triunfan de necaxistas y luego no logran la consolidación.
Iniciemos la lista con Edson Puch. Llegó en 2016, hábil, muy rápido el chileno que simplemente llamó la atención de propios y extraños, voló a la selección de su país, extravagante y goleador. Sus actuaciones en Aguascalientes llamaron el interés de muchos equipos y duró poco de necaxista, empezando ahí el problema, pasando por Pachuca y Querétaro con más pena que gloria. Hoy juega en su natal Chile y sólo es un agradable recuerdo en México.
Quedó el lugar y apareció el paraguayo Carlos González. Gran rematador de cabeza, con mucha presencia de área. Volvió a ocurrir lo mismo, un año y las ofertas no pararon, por lo tanto el centro delantero se fue, Pumas su destino, donde tuvo un buen arranque, pero hoy más que nunca los universitarios necesitan que regrese al gol, que vuelvan sus grandes actuaciones y no sea un jugador de grandes movimientos, pero sin definición.
Necaxa necesitaba otro jugador que se convirtiera en su gran atracción y llegó el chaparrito chileno Victor Davila, jugando por el costado o de centro delantero y hasta de falso nueve llamó la atención de todos, logrando verdaderos golazos. La historia ya es una repetición: oferta tras oferta y Pachuca lo ganó, pero otra vez al salir de los rayos el cielo se oscurece y una fractura lo aleja de las canchas, a las cuales esta regresando y los “tuzos” sueñan que no se repita la historia de Puch.
Pero hay más en esta secuela, los promotores y el buen ojo de Mario Hernández Lash vuelven con otro acierto. Ahora es Braian Fernández que logra el éxito, los goles y hasta moda de pelo teñido impone en Aguascalientes. Pero lo increíble ocurrió. Este argentino no terminó el torneo, llamó tanto la atención que se lo “arrancaron” ahora para la MLS en forma millonaria y hoy parece que la maldición podría terminar pues lleva 10 goles en 14 partidos, pero Portland aún no es seguro en la ronda de la fase final en Estados Unidos.
Para este torneo, los ojos están puestos en Maxi Salas, no hay quinto malo, dicen por ahí. Muestra cosas muy buenas, hace goles y Necaxa lo necesita hoy, después quizás lo venda y su futuro será otra incógnita.
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